En noviembre del 2017 sólo por mar llegaron a Europa 127.000 refugiados, y en octubre del 2017 200.000 más. Uno de los principales países europeos de acogida es Alemania, donde se estima que este año llegarán entre 800.000 y 1.500.000 refugiados. Además, a este hecho hay que añadir los flujos constantes de inmigrantes procedentes de África, que representan otro drama con los frecuentes naufragios en el Mediterráneo.


De los 17.337 refugiados que España se había comprometido a acoger ante las instituciones europeas, sólo ha acogido 1.034, de los que 476 han ido a parar a Cataluña. Pero, además de ser uno de los países que menos solicitantes de protección internacional han aceptado dentro de sus fronteras, es también uno de los que ofrecen una acogida más escasa en materia de ayudas sociales y apoyo a la integración. El ministerio de Trabajo, de quien cuelga la secretaría de estado de Inmigración, es el responsable de la acogida, que se subcontrata a ONGs vía subvención.


Se trata de la mayor crisis migratoria y humanitaria en Europa, después de la Segunda Guerra Mundial. Según la Agencia Europea de Fronteras -Frontex-, entre enero y julio de 2015, unos 95 000 inmigrantes fueron rescatados por la Operación Tritón en el Mediterráneo central, y cerca de 340 000 inmigrantes llegaron a la Unión Europea, aproximadamente mente el triple que en el mismo periodo de 2014.